Un compañero de trabajo de mi marido esperaba ser padre de una niña para principios de julio de hace un par de años. No sabíamos qué regalarles porque ya sabíamos de antemano que lo tenían todo preparado para la llegada de la nena. Y a mi marido se le encendió la bombilla y me dijo que por qué no le hacíamos un pastel de pañales ya que lo había visto que se lo regalaban a una amiga nuestra y era una cosa provechosa y de utilidad.
Me gustó la idea, y como me gustan las manualidades, me puse a buscar por internet la manera de hacerlo. Y este fue su resultado:
Para ser el primero, no quedó nada mal, verdad?
Y encima lo hice estando embarazadísima! Jeje Quien me conoce, ya sabe por qué lo digo.
El caso es que les gustó mucho (o eso nos dijeron) y desde ese día decidí que cada nacimiento que hubiese en la familia, o de amigos o compañeros, haría un pastel de pañales personalizado para hacer un regalo útil y de provecho a la familia. Y decidí también coger encargos de gente de fuera de mi entorno ya que es una cosa que me gusta mucho hacer. Por que lo hago con mucho mimo y cariño.
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